La revolución esta en la mente y en el corazón.

Estoy cansado, pero harto de tanta hipocresía junta, hipocresía que te involucra y te lava la mente poniéndote en contra de tus pares, haciéndole creer al pueblo que todo es nombre del amor y la igualdad, jugando con la Fé de la gente, las ganas de estar mejor, porque todos queremos estar mejor, todos, radicales, peronistas, socialistas, anarquistas, todos queremos estar bien y tener un país, un continente, un mundo mejor. Me indigna ver como le mienten al pueblo vendiéndole espejitos de colores ( Malvinas, YPF) dejando de lado cosas importantes para todos como la Megamineria a cielo abierto que destruye paisajes, contamina agua, tierras o la inseguridad que se vive en todo el país, que no está, pero cuando aparece te vuela la parte de atrás de la nuca y te hace desangrarte en el patio de tu casa para robarte la bolsa con las compras o un encendedor o la inflación que es culpa de las grandes corporaciones pero la seguimos pagando nosotros, el pueblo, los trabajadores, los estudiantes y los que no. Pero la fuerza del amor se hace presente en la campaña, la inclusión, la igualdad y todo lo que el pueblo añora, se juega con la fé de todos nosotros, con nuestros bolsillos, con nuestro derecho a una vida digna y en paz. Y es de repente cuando uno abre los ojos, sale a protestar, a reclamar lo justo, porque es un país democrático, pero resulta que es gente promovida por el odio, gente que perdió privilegios, perdió la cordura y el amor por no estar de acuerdo con la otra mitad del pueblo que en las ultimas elecciones eligió a la MENOS PEOR opción política, pero bueno, se me habrá podrido el corazón y ya no seré buena persona, ni tengo derecho a pensar diferente, que se yo, cada uno sabe, yo por suerte, ya sé. Todo esto no me lo cuenta Clarín, 678 o radio 10, y no vengan a hablarme de realidad a mi, porque yo paro en la esquina.