La realidad late en la esquina

Lo que para muchos es sinónimo de vagancia y marginalidad, para mi no es mas que la libertad misma, en todas las esquinas y en cada una de ellas siempre esta el abrigador brazo de la realidad, del compañerismo, del poder compartir una cerveza, una levité, un porro, un conocimiento, una crítica o hasta un chusmerio barrial, eso por eso que la esquina es la madre de la realidad, donde se juntan los jóvenes de espíritu a descargar su realidad, para que otros la tomen como propia y aprendan de los errores y aciertos ajenos. Los requisitos máximos para poder parar en la esquina son: RESPETO: Fundamental ante cualquier situación de la vida, mas en una zona de riesgo como esta. CORDIALIDAD: Otro pilar atenuante ante la inmensa ola de zarpados que transitan las calles. DETERMINACIÓN: Ante todo para no pasar por gil. Luego hay otros requisitos materiales para que el tiempo transcurrido se haga mas ameno e invite a mas gente a concurrir a la misma, tales como $6 para un escabio, papeliyos (requisito intransferible), una ganjah (no vale nada?) al menos para compartir la ronda de sabiduría y que no se corte la onda, un fuego (encendedor) y si pinta una viola somos nosotros. Muchas veces la esquina es bastardeada por los caretas que no ven mas allá de sus ojos y mandan preso a sus vecinos o desarman una reunión sin saber que la esquina es el guardián del barrio, que quien para en la esquina esta en la vigilia de al menos 8 calles. Es en este maravilloso lugar donde uno llega a conocer a las personas, donde vive la realidad y convive la malicia con la buena onda sin chocar una con otra en una simbiosis perfecta entre cumbia, metal,rock, reggeton, hip hop y jazz. Es en la esquina donde se forman grandes amistades y rivalidades dignas de la intolerancia. Por eso mismo tengo un gran amor hacia la esquina y un respeto inmenso a quienes saben apreciar su belleza, ya que no paré en todas las esquinas, pero si en muchas y todo lo anteriormente declarado es universal mas allá del barrio, de la localidad, del partido, de la provincia o hasta del país mismo me atrevería decir, así que si la calle es la mejor escuela, yo diría que la esquina es la sala de profesores.