lunes, 27 de junio de 2011

Yo tengo la bala

si fueras mi enemigo te mato tal cual rata
te piso fuerte la cola y lloras hasta mañana
no me vengas a decir que sabes de lo que hablo
si nunca entendes nada y nunca vas a aceptarlo

yo camino por el barro y nunca me resbalo
los agujeros de mis converse saben de lo que canto
del furgón yo soy amigo y canto para el barrio
que en cada esquina tiene un amigo con un charro

yo no tengo problema en darte tu merecido
darte fuerte en la cara, pero eso lo hará el destino
yo no tengo problema en darte mi amistad
pero yo tengo códigos y vos nunca los tendrás

saltando por los techos nunca vas a parar
no comas todo el wiskas que te podes empachar
por eso vuelo tan alto y vos nunca vas a llegar
yo veo y siento cosas que ni te podes imaginar

si te pica rascate un poquito nada mas
cuidado con tus uñas que te vas lastimar
si no tenes talento no lo quieras comprar
escúchame bien clarito tal vez aprenderás

La conciencia no me pesa, bueno un toque nada mas
cuando sientas mi lírica te vas a desmembrar
siempre que hay luna llena con los locos voy a estar
vos seguí haciendo zaping que algún día me veras

Sigo soltando acordes tan simples como vos
yo no tengo problemas yo tengo una canción
no le cantes mas ghetto si no tenes valor
te lo digo en tu idioma pedazo de ratón

y para ir terminando te cuento la situación
la bala con tu nombre la guardo en un cajón
yo no voy a usarla porque tengo algo mejor
si llego a ofertarla hasta tu sombra es comprador

no te tiro, no disparo, yo te canto fuerte claro...

sábado, 25 de junio de 2011

El diario del lunes, relato fantástico pero no imposible.

Transcurrían 27 minutos del segundo tiempo cuando desde un tiro libre de mitad de cancha la defensa de river hizo aguas por todos lados y entro el picante Pereyra como pancho por su casa, dirían los hombres de cafetín, la mato de pecho ante la mala salida del arquero del seleccionado nacional, Juan Pablo Carrizo y con pierna derecha de 3 dedos la empujo al fondo de la red, el silencio atroz se sintió por algunos segundos y luego lo que era de esperarse, una multitud colmo el campo de juego, jugadores y cuerpo técnico corriendo por el túnel, desde la San Martin caían todo tipo de objetos contundentes, el encuentro estaba claramente suspendido.
En las afueras del estadio comenzaron los primeros enfrentamientos contra el personal policial, el destrozo de autos y locales era un echo, los medios de comunicación ya anunciaban al primer muerto, Don José que simplemente murió de tristeza y amargura según informo la autopsia.
Los desmanes seguían ocurriendo, nuñez era una zona de guerra, el estadio de river plate ardía en llamas, el HALL al que tantas veces acudieron los hinchas del millonario devenido a mendigo, era una caldera, literalmente hablando, en todo el país ocurrían disturbios, la radio anunciaba 4 muertos en los enfrentamientos entre hinchas y simpatizantes, la policía no pudo reprimir ni proteger, ya que el estado de locura era total y se mataban entre ellos.
Desde la AFA el titular de este entidad informo públicamente casi en cadena nacional, no solo el descenso de river a la primera B nacional, sino también la quita de puntos por los incidentes y los 8 muertos que dejo este estallido social, que solamente era un deporte para disfrutar en familia.
Por estas horas el plantel de river se encuentra bajo custodia policial en algún lugar de la zona norte del país, diferentes pintadas en las calles de nuñez anuncian la muerte de todo el cuerpo técnico y jugadores que solamente, perdieron el partido mas importantes de sus vidas, contra un compacto equipo del interior del país que con gloria y coraje supo regalarle alegría a la mitad de Córdoba, mientras el resto del país ardía en llamas de odio, vergüenza e incredulidad.
De seguir estos incidentes se decretara el estado de sitio en todo el territorio nacional hasta que los echos de violencia y barbarie culminen y no dejen mas muertos ni heridos, la gran pregunta por estas horas es cual va a ser la sede central de la copa américa, ya que el estadio de river plate esta suspendido y totalmente destrozado, después de todo lo sucedido lo único que me queda por pensar es, irse a la B no es la muerte de nadie, hoy nadie son 8 personas y desde la redacción le mandamos un fuerte apoyo a todas las familias y victimas de estos actos de barbarie ocurridos por un juego, que solamente pretendía entretener y llenarle los bolsillos a unos pocos.

martes, 21 de junio de 2011

No fue el chancho, fui yo.

Otra vez entraste en mis sueños y me mordiste cuando te acariciaba
Pero cuando abrazo un cordero gritas como si ya no hubiese nada
Otra vez viniste de madrugada a molestarme porque el no te registraba
a reírte sin querer de mis manos desbastadas que esperan tu llegada

Otra vez corriste agitando la espada que penetra mi cara coagulada
Clavandola hasta el fondo con el peso de mis ojos en tu alma
Otra vez gaste mi poesía en la nada misma que ya no vale nada
Usando al corazón como la goma de la tinta hoy despechada

Otra vez mis lagrimas cubren las carencias de mi almohada
Que sueña pesadillas y traiciona a mi locura que ya no tiene gracia
Otra vez le di brasas húmedas a nuestra salamandra de esperanzas
Quemando dignidades que me devuelven a tu casa como si eso me gustara.

lunes, 20 de junio de 2011

La chica mas guapa de la ciudad

de Charles Bukowsi

Cass era la más joven y la más guapa de cinco hermanas. Cass era la chica más guapa de la ciudad. Medio india, con un cuerpo flexible y extraño, un cuerpo fiero v serpentino y ojos a juego. Cass era fuego móvil y fluido. Era como un espíritu embutido en una forma incapaz de contenerlo. Su pelo era negro y largo, y sedoso y se movía y se retorcía igual que su cuerpo. Cass estaba siempre muy alegre o muy deprimida. Para ella no había término medio. Algunos decían que estaba loca. Lo decían los tontos. Los tontos no podían entender a Cass. A los hombres les parecía simplemente una máquina sexual y no se preocupaban de si estaba loca o no. Y Cass bailaba y coqueteaba y besaba a los hombres pero, salvo un caso o dos, cuando llegaba la hora de hacerlo, Cass se evadía de algún modo, los eludía.
Sus hermanas 1a acusaban de desperdiciar su belleza, de no utilizar lo bastante su inteligencia, pero Cass poseía inteligencia y espíritu; pintaba, bailaba, cantaba, hacía objetos de arcilla, y cundo la gente estaba herida, en el espíritu o en la carne, a Cass le daba una pena tremenda. Su mente era distinta y nada más; sencillamente, no era práctica. Sus hermanas la envidiaban porque atraía a sus hombres, y andaban rabiosísimas porque creían que no sacaba todo el partido posible. Tenía la costumbre de ser buena y amable con los feos; los hombres considerados guapos le repugnaban: "No tienen agallas -decía ella-. No tienen nervio. Confían siempre en sus orejitas perfectas y en sus narices torneadas. . . todo fachada y nada dentro. . ." Tenía un carácter rayano en la locura; un carácter que algunos calificaban de locura.
Su padre había muerto del alcohol y su madre se había largado dejando solas a las chicas. Las chicas se fueron con una pariente que 1as metió en un colegio de monjas. El colegio había sido un lugar triste, más para Cass que para sus hermanas. Las chicas envidiaban a Cass y Cass se peleó con casi todas. Tenía señales de cuchillas por todo el brazo izquierdo, de defenderse en dos peleas. Tenía también una cicatriz imborrable que le cruzaba la mejilla izquierda; pero la cicatriz, en vez de disminuir su belleza, parecía, por el contrario, realzarla.
Yo la conocí en el bar West End unas noches después de que la soltaran del convento. Al ser la más joven, fue la última hermana que soltaron. Sencillamente entró y se sentó a mi lado. Yo quizá sea el hombre más feo de la ciudad, y puede que esto tuviese algo que ver con el asunto.
- ¿Tomas algo? -pregunté.
- Claro, ¿por qué no?
No creo que hubiese nada especial en nuestra conversación esa noche, era sólo el sentimiento que Cass transmitía. Me había elegido y no había más. Ninguna presión. Le gustó la bebida y bebió mucho. No parecía tener la edad, pero de todos modos le sirvieron Quizás hubiese falsificado el carnet de identidad, no sé. En fin, lo cierto es que cada ve, que volvía del retrete v se sentaba a mi lado yo sentía cierto orgullo. No solo era la mujer más bella de la ciudad, sino también una de las más bellas que yo había visto en mi vida. Le eché el brazo a la cintura y la besé una vez.
- ¿Crees que soy bonita? - preguntó.
- Sí, desde luego. Paro hay algo más... algo más que tu apariencia...
- La gente anda siempre acusándome de ser bonita. ¿Crees de veras que soy bonita?
- Bonita no es la palabra, no te hace justicia.
Buscó en su bolso. Creí que buscaba el pañuelo. Sacó un alfiler de sombrero muy largo. Antes de qu pudiera impedírselo se había atravesado la nariz con él, de lado a lado, justo sobre las ventanillas. Sentí repugnancia v horror. Ella me miró y se echó a reír.
- ¿Crees ahora que soy bonita? ¿Qué piensas ahora, eh?
Saqué el alfiler y puse mí pañuelo sobre la herida. Algunas personas, incluido el encargado, habían observado la escena. E1 encargado se acercó.
- Mira-dijo a Cass-, si vuelves a hacer eso te echo. Aquí necesitamos tus exhibiciones.
- ¡Vete a la mierda, amigo! --dijo ella.
- Será mejor que la controles -me dijo el encargado.
- No te preocupes -dije yo.
- Es mi nariz -dijo Cass-, puedo hacer lo que quiera con ella.
- No -dije-, a mí me duele.
- ¿Quieres decir que te duele a ti cuando me clavo un alfiler en la nariz?
- Sí, me duele, de veras.
- De acuerdo, no lo volveré a hacer. Animo.
Me besó, pero como riéndose un poco en medio del beso y sin soltar el pañuelo de la nariz. Cuando cerraron nos fuimos a donde vivía. Tenía un poco de cerveza y nos sentamos a charlar. Fue entonces cuando pude apreciar que era una persona que rebosaba bondad y cariño. Se entregaba sin saberlo. A1 mismo tiempo retrocedía a zonas de descontrol e incoherencia. Esquizoide. Una esquizo hermosa y espiritual. Quizás algún hombre, algo, acabase destruyéndola para siempre. Espetaba no ser yo.
Nos fuimos a la cama y cuando apagué las luces me preguntó:
- ¿Cuándo quieres hacerlo, ahora o por la mañana?
- Por la mañana -dije, y me di la vuelta.
Por la mañana me levanté, hice un par de cafés y le llevé uno la cama.
Se echó a reír.
- Eres el primer hombre que conozco que no ha querido hacerlo por la noche.
- No hay problema -dije-. En realidad no tenemos por qué hacerlo.
- No, espera, ahora quiero yo. Déjame que me refresque un poco.
Se fue al baño. Salió en seguida, realmente maravillosa, largo pelo negro resplandeciente, ojos y labios resplandecientes, toda resplandor. . . Se desperezó sosegadamente, buena cosa. Se metió en la cama.
- Ven, amor.
Fui.
Besaba con abandono, pero sin prisa. Dejé que mis manos recorriesen su cuerpo, acariciasen su pelo. La monté. Su carne era cálida y prieta. Empecé a moverme despacio y queriendo que durara. Ella me miraba a los ojos.
- ¿Cómo te llamas? -pregunté.
- ¿Qué diablos importa? -preguntó ella.
Solté una carcajada y seguí. Después se vistió y la llevé en coche al bar, pero era difícil olvidarla. Yo no trabajaba y dormí hasta las dos y luego me levanté y leí el periódico. Cuando estaba en la bañera, entró ella con una gran hoja: una oreja de elefante.
- Sabía que estabas en la bañera -dijo-, así que te traje algo para tapar esa cosa, hijo de la naturaleza.
Y me echó encima, en la bañera, la hoja de elefante.
- ¿Cómo sabías que estaba en la bañera?
- Lo sabía.
Cass llegaba casi todos los días cuando yo estaba en la bañera. No era siempre la misma hora, pero raras veces fallaba, y traía la hoja de elefante. Y luego hacíamos el amor. Telefoneó una o dos noches y tuve que sacarla de la cárcel por borrachera y pelea pagando la fianza.
- Esos hijos de puta -decía-, sólo porque te pagan unas copas creen que pueden echarte mano a las bragas.
- La culpa la tienes tú por aceptar la copa.
- Yo creía que se interesaban por mí, no sólo por mi cuerpo.
- A mí me interesas tú y tu cuerpo. Pero dudo que la mayoría de los hombres puedan ver más allá de tu cuerpo.
Dejé la ciudad y estuve fuera seis meses, anduve vagabuneando; volví. No había olvidado a Cass ni un momento, pero habíamos tenido algún tipo de discusión y además yo tenía ganas ponerme en marcha, y cuando volví pensé que se habría ido; pero no llevaba sentado treinta minutos en el bar West End cuando ella llegó y se sentó a mi lado.
- Vaya, cabrón, has vuelto.
Pedí un trago para ella. Luego la miré. Llevaba un vestido de cuello alto. Nunca la había visto vestida así. Y debajo de cada ojo, clavado, llevaba un alfiler de cabeza de cristal. Sólo se podían ver las cabezas de los alfileres, pero los alfileres estaban clavados.
- Maldita sea, aún sigues intentando destruir tu belleza. . .
- No, no seas tonto, es la moda.
- Estás chiflada.
- Te he echado de menos -dijo.
- ¿Hay otro?
- No, no hay ninguno. Sólo tú. Pero ahora hago la vida.
Cobro diez billetes. Pero para ti es gratis. - Sácate esos alfileres.
- No, es la moda.
- Me hace muy desgraciado.
- ¿Estás seguro?
- Sí, mierda, estoy seguro.
Se sacó lentamente los alfileres y los guardó en el bolso.
- ¿Por qué estropeas tu belleza? -pregunté-. ¿Por qué no aceptas vivir con ella sin más?
- Porque la gente cree que es todo lo que tengo. La belleza no es nada. La belleza no permanece. No sabes la suerte que tienes siendo feo, porque si le agradas a alguien sabes que es por otra cosa.
- Vale -dije-, tengo mucha suerte.
- No quiero decir que seas feo. Sólo que la gente cree que lo eres. Tienes una cara fascinante.
- Gracias.
Tomamos otra copa.
- Qué andas haciendo? -preguntó.
- Nada. No soy capaz de apegarme a nada. Nada me interesa.
- A mí tampoco. Si fueses mujer podrías ser puta.
- No creo que quisiese establecer un contacto tan íntimo con tantos extraños. Debe ser un fastidio.
- Tienes razón, es fastidioso, todo es fastidioso.
Salimos juntos. Por la calle, la gente aún miraba a Cass.
Aún era una mujer hermosa, quizá más que nunca. Fuimos a casa y abrí una botella de vino y hablamos. A Cass a mí, siempre nos era fácil hablar. Ella hablaba un rato yo escuchaba y luego hablaba yo. Nuestra conversación fluía fácil, sin tensión. Era corno si descubriésemos secretos juntos. Cuando descubríamos uno bueno, Cass se reía con aquella risa. . . De aquella manera que sólo ella podía reírse. Era como el gozo del fuego. Y durante la charla nos besábamos y nos arrimábamos. Nos pusimos muy calientes y decidimos irnos a la cama. Fue entonces cuando Cass se quitó aquel vestido de cuello alto y lo vi. . . vi la mellada y horrible cicatriz que le cruzaba el cuello. Era grande y ancha.
- Maldita sea, condenada, ¿qué has hecho? -dije desde la cama.
- Lo intenté con una botella rota una noche. ¿Ya na te gusto?
¿Soy bonita aún? La arrastré a la cama y la besé. Me empujó y se echó a reír:
- Algunos me pagan los diez y luego, cuando me desvisto no quieren hacerlo. Yo me quedo los diez. Es muy divertido.
- Sí -dije-, no puedo parar de reír. . . Cass, zorra, te amo. . . deja de destruirte; eres la mujer con más vida que conozco. volvimos a besarnos. Cass lloraba en silencio. Sentí las lágrimas. Sentí aquel pelo largo y negro tendido bajo mí como una bandera de muerte. Disfrutamos e hicimos un amor lento y sombrío y maravilloso.
Por la mañana, Cass estaba levantada haciendo el desayuno. Parecía muy tranquila y feliz. Cantaba. Yo me quedé en la cama gozando su felicidad. Por fin; vino y me zarandeó:
- ¡Arriba, cabrón! ¡Chapúzate con agua fría la cara y la polla y ven a disfrutar del banquete!
Ese día la llevé en coche a la playa. No era un día de fiesta y aún no era verano, todo estaba espléndidamente desierto. Vagabundos playeros en andrajos dormían en la arena. Había otros sentados en bancos de piedra compartiendo una botella solitaria. Las gaviotas revoloteaban, estúpidas pero distraídas. Ancianas de setenta y ochenta, sentadas en los bancos, discutían ventas de fincas dejadas por maridos asesinados mucho tiempo atrás por la angustia y la estupidez de la supervivencia. Había paz en el aíre Nos besamos y estuvimos tumbados por allí y no hablamos mucho. Era agradable simplemente estar juntos. Compré bocadillos, patatas fritas y bebidas y nos sentamos a beber en la arena. Luego abracé a Cass y dormimos así abrazados un rato. Era mejor que hacer el amor. Era como un fluir juntos sin tensión. Luego volvimos a casa en mi coche y preparé la cena. Después de cenar, sugerí a Cass que viviésemos juntos. Se quedó mucho rato mirándome y luego dijo lentamente: "No". La llevé de nuevo al bar, le pagué una copa y me fui.
A1 día siguiente, encontré un trabajo como empaquetador en una fábrica y trabajé todo lo que quedaba de semana. Estaba demasiado cansado para andar mucho por ahí, pero el viernes por la noche me acerqué al West End. Me senté y esperé a Cass. Pasaron horas. Cuando estaba ya bastante borracho, me dijo el encargado.
-Siento lo de tu amiga.
-¿El qué? pregunté.
-Lo siento. ¿No lo sabias?
-No.
-Suicidio, la enterraron ayer.
-¿Enterrada? -pregunté. Parecía como si fuese a aparecer puerta de un momento a otro, ¿cómo podîa haber muerto?
-La enterraron las hermanas.
-¿Un suicidio? ¿Cómo fue?
-Se cortó el cuello.
-Ya. Dame otro trago-
Estuve bebiendo allí hasta que cerraron. Cass, la más bella de las cinco hermanas, la chica más guapa de la ciudad. Conseguí conducir hasta casa sin poder dejar de pensar que debería haber insistido en que se quedara conmigo en vez de aceptar aquel "no". Todo en ella había indicado que le pasaba algo. Yo sencillamente había sido demasiado insensible, demasiado despreocupado. Me merecía mi muerte y la de ella. Era un perro. No, ¿por qué acusar a los perros? Me levanté, busqué una botella de vino, bebí lúgubremente. Cass, la chica más guapa de la ciudad muerta a los veinte años.
Fuera, alguien tocaba la bocina de un coche. Unos bocinazos escandalosos, persistentes. Dejé la botella y aullé: "MALDITO SEAS, CONDENADO HIJO DE PUTA, CALLATE YA!" Y seguía avanzándo la noche y yo nada podía hacer.

sábado, 18 de junio de 2011

cabezotas que solo piensan en gastar

En sus bolsas creen llevar lo esencial, sueños envueltos en papel de colores
Se miran sin ver y pasan sin sentirse, en ese mar de sequía espiritual
Es el día de la garza y todos le rinden tributo al pez que los invita a nadar
Caminan entre la multitud, pero están tan solos como ellos mismos
Van y vienen bajo la lluvia para calmar su sed de inseguridad amorosa
Y se conforman con zapatos y camisas porque no se saben dar un abrazo
Algún día tal vez aprendan, algún día capaz.

viernes, 17 de junio de 2011

Negrita de porcelana ( En duplex con http://confaldayaloloco.blogspot.com )

Negrita de porcela que brillas en la tempestad
Tus sueños tienen revancha y sed de ganar
y el viento te lleva de aqui para alla
tus raices flotan y siempre lo haran

Negrita de porcelana no quiero verte llorar
la tristeza es mas fea si en tus ojos esta
corrijanme si me equivoco o falto a la verdad
que en este gran teatro sabes sobresaltar

con tu piel de chocolate y labios de azafran
no podre olvidarte aunque sea casualidad
ayer te mire con desprecio, pues yo no sabia mirar
pero la flor crecio a tiempo y canto tan fuerte como el mar

no pretendo conquistarte yo se que entenderas
procuraremos dia a dia mejorar solo un poco mas
la distancia no es un problema que no sepa sortear
si lo sabras vos que inventaste la soledad

domingo, 12 de junio de 2011

El poema que el poeta nunca debería escribir.

Con una gota de sol yo podría iluminarlo todo, para hacerte sentir mejor.
Con una gota de roció yo podría lubricar los engranajes del sistema y hacer de este un lugar mejor para los dos.
Con una pisca de tus labios yo podría justificar tanto dolor.
Con una sola pestaña tuya podría mirar para siempre a través de tus ojos y verme reflejado en tu alma.
Con un solo saquito de té yo podría darle de beber a nuestros sueños para que nunca se sequen.
Con un segundo tuyo yo haría una eternidad y seria solamente mía o de los dos.
Con una sola flor yo podría llenar tus pulmones de alegría y vivir la locura como solo ella sabe hacerlo.
Con un solo soplido del viento yo podria avivar las llamas del olvido y recordar tu calor.
Con una sola nota musical yo te escribiría una opera basada en tu dulzura.
Pero solamente tengo una sonrisa y no te alcanzo, por eso hoy te destierro de mi corazón y mi cabeza para darle lugar a la felicidad.

sábado, 11 de junio de 2011

Hasta siempre .




Tengo que dejarte y no quiero, pero lo tengo que hacer, no es por nadie mas que por mi y por la gente que me rodea, yo se que me vas a decir que a tu lado viví los mejores momentos de mi vida, pero eso lo decís vos, no yo.
Pero te voy a extrañar y mucho, de a poco te fui dejando y también te suplante, pero seguías siendo vos, la que me hacia viajar, ver las cosas de otra manera, sentirme libre mirando a todos desde otro plano, de otro lugar, pero te tengo que dejar, pero no soy rencoroso, así que te voy a decir gracias, si gracias por todo.
Nunca mas me voy a olvidar de esos viajes, como cuando fuimos juntos arriba de ese micro tantas horas, igual me dormí, pero siempre fui raro con vos, siempre fui distinto para vos, y también me vas a extrañar, de eso estoy seguro.
Todos esos colores, esas miradas raras, seres de luz y tantas cosas que no podría dejar de escribir. Hablando de escribir, vos me diste esta capacidad, sea mala o buena te lo debo a vos, te llevaste la mitad de mi vergüenza, que no la necesitaba.
Pero te dejo porque me trataste mal, siempre fue así, una de cal y una de arena, pero sin rencores habíamos dicho, pero prefiero extrañarte que a vivir paranoico creyendo cada segundo que es ultimo y se que no es así, por lo menos yo no quiero eso, por eso te dejo y te vuelvo a decir gracias por todas esas personas que me hiciste conocer, gente buena y gente mala, pero gente al fin, conociendo uno aprende a medir y valorar, aunque me falte un montón todavía, pero ese ya no es tema tuyo, sino mio.
Así que nada, chau y que te vaya bien, aunque te vea a diario, en cada esquina, en cada rincón, en todas tus formas, voy a tratar de no caer en mis manos.
Hasta siempre, yo te digo gracias, los demás no sé, pero yo soy raro, vos sabes.

jueves, 9 de junio de 2011

Equilibrio





El equilibrio es un punto exacto donde la fuerza se comprime en un solo lugar para darle equidad a la vida, este punto tiene tanto poder que nos puede simplificar o complicar la existencia, eso que alguno les pesa.
Tomemos como ejemplo que la vida es un plato, y en el centro exacto de ese plato se apoya la comodidad, ya sabiendo que la vida es en 360º y que los vaivenes de la vida pueden alterar la comodidad, uno trata o pretende equiparar su vida. Es decir, que necesitas el punto exacto dónde todos los sentidos y sentimientos deben de tener el mismo peso para no caernos y crearnos distintos tipos de malestar, porque todo es muy poco y a vez es un montón.
Se necesita la misma cantidad de amor, miedo, odio, admiración, angustia, felicidad, humildad, soberbia, admiración, rencor, y demás ejemplos para estar en equilibrio.
Porque todo es mucho y nada en exceso es bueno, ni siquiera el amor, capaz. y todo como ya hablamos antes es parte de un cambio constante.
Son muchas las personas que van llegando de a poco a nuestras vidas y es la misma cantidad la que se va descartando, por decantacion o por que el equilibrio así lo pide, que no solo es fuerte, también es sabio.
Así como los afectos van y vienen, también pasa los mismo con los sentimientos y hasta también con los conocimientos, por eso es tan importante el equilibrio interno y externo, porque un montón termina siendo nada de la noche a la mañana.
Y para que la mente funcione el cuerpo debe estar medianamente sano y alma en tranquilidad, la paz viene sola, hay que saberla esperar, pero también hay que estar preparado, porque todo cambia.
Así que convengamos que el equilibrio tiene tanto, pero tanto poder, que es tan necesario como respirar, reír, llorar, caminar, acostarse y salir al sol, aunque sea para que este nos vea un segundo y sentir la energía que este nos da.
Pero para poder apoyar todo la comodidad y equilibrar la vida, uno necesita una base para que el plato de la vida no se parta ni se desborde y esa base, son los afectos.